miércoles, 23 de marzo de 2011

El futuro de la macroeconomía

No hay que ser ningún experto en la materia para percatarse que, hoy por hoy, los economistas (también los cuasieconomistas) nos encontramos en una posición delicada. Esta situación es especialmente llamativa en el caso de la disciplina macroeconómica, y en particular, respecto a lo que sabemos de los mercados financieros. La actual crisis económica es también una crisis teórica (o espiritual, como dirían los decimonónicos). No obstante, el pesimismo general no implica cruzarse de brazos, o al menos así lo ve Olivier Blanchard, economista francés y actual economista en jefe del Fondo Monetario Internacional. En concreto, hace poco organizó una conferencia sobre el futuro de la política macroeconómica (Macro and Growth Policies in the Wake of the Crisis) a la que acudieron para aportar su granito de arena economistas de la talla de David Romer, Robert Solow o Joseph Stiglitz. Blanchard destaca nueve puntos a modo de conclusión, que os ofrezco de forma resumida a continuación. A su vez, os recomiendo encarecidamente que visitéis la página de la conferencia y echéis un ojo a todo lo que podáis (aunque algunas presentaciones os las enlazo directamente). Merece la pena. Por lo demás, juzgad vosotros mismos.

  1. El mundo ha cambiado, la política macroeconómica también debe hacerlo.
  2. En la eterna discusión entre estado y mercado, la balanza se ha inclinado, aunque sólo sea un poco, del lado del estado.
  3. Hay muchas más distorsiones relevantes a nivel macroeconómico de las que pensábamos. Antes las habíamos ignorado. Cuando integramos las finanzas en la microeconomías, las distorsiones son significativas. El empleo de la teoría de la agencia y de la regulación en los mercados financieros es esencial, igual que el enfoque behavioural aplicado tanto a la economía como a las finanzas.
  4. La macroeconomía tiene muchas herramientas y objetivos, entre ellos: 
    1. La política monteria debe ir más allá de la estabilidad inflacionaria, tiene que incorporar también unos objetivos de estabilidad económica y financiera, así como considerar políticas macro-prudenciales.
    2. La política fiscal es mucho más que (G - T) y su "multiplicador" asociado. Existen docenas de instrumentos con distintos efectos dinámicos que dependen del estado de la economía y de la política. Robert Solow enfatizó que discutir sobre cuál es el valor más exacto del multiplicador no nos lleva a ninguna parte.
  5. Tenemos docenas de instrumentos, pero en muchos casos no sabemos qué son exáctamente, para qué sirven o qué efectos en concreto tienen sobre la economía. Algunos ejemplos en la conferencia fueron:
    1. No sabemos muy bien qué es la liquidez, luego una tasa de liquidez seria un avance importante.
    2. Queda claro que hay gente que considera que el capital controla el trabajo y otros que no.
    3. Paul Romer apuntó que, si tienes una serie de regulaciones financieras y no las cambias a lo largo del tiempo, el mercado siempre encuentra alguna forma de sortearlas, lo que nos expone a crisis económicas recurrentes.
    4. Michael Spence habló de la relación entre los roles de regulación y auto-regulación, aunque cómo podemos combinarlos es algo que no está claro.
  6. En tanto los intrumentos que poseemos son útiles, dan lugar a distintas implicaciones en política económica. Algunos instrumentos son muy difíciles de aplicar, políticamente hablando, mientras que otros pueden ser usados de forma maliciosa o negligente por los mismos gobiernos.
  7.  ¿Hacia dónde vamos? El futuro en la investigación es excitante. Hay un montón de áreas en la macroeconomía en las que tenemos que trabajar y, como señaló Joseph Stiglitz, que debemos microfundamentar debidamente.
  8. ¿Cómo deben proceder los diseñadores de la política económica? Dentro de las recomendaciones se encontrarían, sobre todo, 1) No verse tentado a abandonar el objetivo de control de la inflación, y 2) Aumentar el rol de los Derechos Especiales de Giro (DEG, o Special Drawing Rights, SDR en inglés), en el mercado monetario internacional, avanzando paulatinamente hacia la posibilidad de, digamos, crear un mercado de bonos SDR para la venta al sector privado, con los que podría jugar el FMI en el caso de crisis sistémicas. El pragmatismo es esencial, como quedó demostrado en la discusión de Andrew Sheng sobre el modelo de crecimiento adaptativo de China. Hay que intentar probar nuevos métodos cuidadosamente y ver cómo funcionan.
  9. No debemos abandonar las esperanzas. En el futuro habrá nuevas crisis que no hemos predicho, y probablemente, no podamos evitar que se den otras crisis como la actual. Ese fue el tema de la discusión sobre ciclos creditios de Adair Turner. ¿Podemos evitar nuevas crisis empleando la teoría de agencia y la regulación correcta, o son las crisis algo consustancial al comportamiento económico generado por la naturaleza humana y, por tanto, inevitables? 

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